Los futuros de los índices S&P 500 y NASDAQ volvieron a caer después de la publicación de los datos de inflación en EE. UU. de ayer, que, sorprendentemente, indicaron una desaceleración de la presión de los precios a pesar de todas las previsiones de los economistas. Las acciones asiáticas disminuyeron, continuando con dos semanas de alta volatilidad, lo que llevó a pérdidas en los fondos de cobertura y obligó a los estrategas de Wall Street a reducir sus previsiones sobre las acciones estadounidenses.

Hoy, los futuros de los índices de EE. UU. y Europa han caído un 0,5%, mientras que los contratos del Nasdaq 100 han bajado un 0,9%, interrumpiendo el crecimiento del miércoles. Los bonos del Tesoro aumentaron y el yen se fortaleció después de que el gobernador del Banco de Japón, Kazuo Ueda, declarara que espera una mejora en los salarios reales y el gasto de los consumidores.

Las fluctuaciones en el mercado de valores reflejan la incertidumbre que ha afectado a los inversores tras las ventas masivas de las últimas dos semanas, ya que el aumento del desempleo y la reducción de empleos federales han incrementado la probabilidad de una desaceleración del crecimiento en EE. UU. La escalada de la guerra comercial del presidente Donald Trump y la reconfiguración geopolítica debido a Ucrania han intensificado los temores de algunos inversores que están considerando trasladar inversiones fuera de EE. UU.

Los analistas han moderado recientemente sus expectativas sobre el mercado estadounidense. Goldman Sachs Group Inc. fue el último en dar la voz de alarma, siguiendo a Citigroup Inc. y HSBC Holdings Plc. A principios de esta semana, Citi rebajó la calificación de las acciones estadounidenses de "por encima del mercado" a "neutral" y elevó la calificación de China a "por encima del mercado".

La volatilidad renovada se debe a la tardía comprensión por parte de los mercados de que un solo dato de inflación más suave no cambiará la trayectoria de la Reserva Federal. Las expectativas de que el regulador seguirá manteniendo las tasas en un nivel alto han enfriado la demanda, lo que ha provocado otra venta masiva de activos de riesgo.

Ayer, el líder de la mayoría demócrata en el Senado, Chuck Schumer, declaró que su partido bloquearía el proyecto de ley de gastos de los republicanos para evitar un cierre del gobierno el sábado, y pidió al Partido Republicano que, en su lugar, aprobara el plan demócrata para financiar el gobierno hasta el 11 de abril. Esto podría significar que el mínimo recientemente alcanzado en el mercado de valores de EE. UU. podría no ser realmente un suelo firme.

En cuanto a los aranceles, Trump declaró ayer que EE. UU. responderá a las contramedidas de la Unión Europea contra sus nuevos aranceles del 25% sobre el acero y el aluminio, lo que aumenta el riesgo de una mayor escalada de la guerra comercial. Anteriormente, Canadá anunció nuevos aranceles del 25% sobre productos de fabricación estadounidense por un valor aproximado de 20,8 mil millones de dólares, incluidos el acero y el aluminio, después de que la administración Trump impusiera aranceles globales a la importación de estos dos materiales.

En los mercados de materias primas, el oro subió y cotizó alrededor de $2940 por onza. El petróleo cayó el jueves después de su mayor aumento en dos semanas.

En cuanto al panorama técnico del S&P 500, la caída continúa. La tarea principal de los compradores hoy será superar la resistencia más cercana en $5586. Esto ayudará a continuar el crecimiento y abrirá la posibilidad de un impulso hacia el nuevo nivel de $5617. Una tarea igualmente prioritaria para los toros será mantener el control sobre $5645, lo que fortalecerá las posiciones de los compradores. En caso de un movimiento a la baja debido a la disminución del apetito por el riesgo, los compradores deben actuar en la zona de $5552. Una ruptura de este nivel empujará rápidamente el instrumento de negociación de vuelta a $5520 y abrirá el camino hacia $5483.